¿Has observado alguna vez la correspondencia entre tus pensamientos, sentimientos y acciones?. ¿Cómo crees que creas tu realidad?. ¿Hay una relación entre tu parte física, mental y espiritual?.
Existen unas leyes universales que rigen todo en el universo, incluido el ser humano. Una de ellas dice: «El macrocosmos se encuentra en el microcosmos y viceversa».
El principio de correspondencia hace referencia a que siempre existe una «correspondencia» entre los diversos planos del ser y la vida.
Estos planos son: el físico, el mental y el espiritual. Siendo el físico el más denso (materia), y el espiritual el más sutil. Se solapan el uno al otro, por lo que no es posible separarlos, ni dividirlos.
De ahí la correspondencia entre los tres planos. Por ejemplo, en una semilla: su plano físico, es el cuerpo de la propia semilla. Su plano mental, es la programación que contiene para su desarrollo. Y su plano espiritual, es la energía que posee solo por ser y existir.
Al plantarse en la tierra (plano físico), comienza su transformación. Aprovecha la información que contiene (plano mental), y el medio en el que se encuentra para germinar. Cambia su aspecto físico, pero no su esencia (plano espiritual).
La armonía con la que operan cada uno de los tres planos hace posible la vida.
Si a eso sumamos que todo en el universo los poseen, entendemos el significado de la máxima: «Como es arriba, es abajo. Como es adentro, es afuera».
Este principio también rige en el ser humano. Al que además se le ha otorgado la conciencia. Y la capacidad de la creación.
De ahí la importancia de prestar atención a tus pensamientos, sentimientos y acciones. Puesto que lo micro influye en lo macro.
Un solo pensamiento va a condicionar todas las áreas de tu vida.
Observa tu mundo exterior y busca la correspondencia con tu mundo interno. ¿Es armonioso, caótico, desenfrenado, tranquilo, etc.?.
Tu mundo exterior es un reflejo de tu mundo interior.
Recuerda todo el potencial creativo que tienes para manifestar (materializar), aunque sea de modo inconsciente. La mente no distingue entre lo real y lo ilusorio. Lo toma todo literal, y comienza a recrear aquello en lo que te enfocas.
Pon el foco en tu mundo interno para conocerte y conectar con tu propio poder. Es desde aquí, donde puedes controlar todo aquello que se reflejará después en el exterior.
Actúa dentro de ti y afrontarás mejor todo lo que suceda afuera, sobre lo que ya no tienes el control.
Este proceso te ofrece las respuestas que estás buscando fuera. Porque todo lo que te sucede, te sucede a ti, en tu mundo interno.
Si tú no estás bien por dentro, sentirás que tu vida tampoco lo está y de forma negativa.
Si tú estás bien por dentro, sentirás que tu vida también lo está y de forma positiva.
Todo parte de ti. ¿Pienso, siento y actúo desde el miedo, o desde el amor?.
«La verdad es la correspondencia exacta con la realidad». Paramahansa Yogananda.
PRACTICA
Observa y respóndete sinceramente.
- ¿Qué hay en mi interior?.
Ahora pon en orden tu vida interior.
- Cuestiónate qué tienes que ordenar y qué quieres conseguir.
- Planifica tus metas a corto plazo.
- Haz una pausa digital.
- Cultiva las relaciones interpersonales.
- Practica hábitos de vida saludables.
- Piensa en ti.
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