¿Eres una persona compasiva?. ¿Practicas la autocompasión?. ¿Consideras la compasión un valor fundamental en la sociedad actual?.
La compasión es conmoverse con los sentimientos, emociones y circunstancias de sufrimiento de otro ser o las tuyas propias. A menudo, se confunde con sentir lástima o pena por alguien o algo, aunque no es lo mismo.
La compasión, da pie a actuar con pasión en la tarea que conlleva conseguir el bienestar de quien está padeciendo. Implica ir un paso más allá, e involucrarte para ayudar y brindar apoyo desde el corazón a quien sufre.
La energía de la compasión, es energía divina.
Tu autocompasión te libera de la autocrítica y la vergüenza, para superar tu propio sufrimiento. Y abrirse a recibir la compasión de los demás, no te hace débil sino que fortalece las relaciones.
Tu conciencia, enseñar a otros, actuar con empatía, encontrar cosas en común con los demás, ser amable contigo, utilizar la inteligencia emocional y expresar gratitud, hacen de ti una persona compasiva.
¡Expande tu energía compasiva!
Ponla en práctica siguiendo estos pasos:
- Compasión hacia los demás: Sé consciente de tus pensamientos, sentimientos, sensaciones y emociones. Piensa en alguien que esté sufriendo y sé consciente de las manifestaciones en las que se puede ver ese sufrimiento. Presta atención si han cambiado tus sensaciones. Piensa en ayudar a esa persona a superarlo, deséalo. Tu cuerpo reaccionará a ese deseo. Piensa en decírselo a esa persona si procede o a cualquiera que le pueda ayudar. Sé consciente que con este pensamiento ya la estás ayudando a mejorar. Mántén ese pensamiento un rato y pon la atención en las sensaciones que estás sintiendo. Piensa si hay acciones que puedas realizar y comprométete a llevarlas a cabo lo antes posible.
- Autocompasión: Piensa en algo que te está haciendo sufrir y sigue los pasos anteriores, enfocados en este caso hacia ti.
¡Aleja el sufrimiento!
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