¿Qué es para ti la vibración?. ¿Cómo piensas que la emites?. ¿Percibes tu propia vibración?.
En el universo no hay nada estático, todo está en constante movimiento, todo vibra. Y a ese movimiento se le llama vibración.
Las galaxias, los planetas, los astros, la materia, la energía, los átomos, las moléculas, etc., tienen su propio movimiento vibratorio.
La vibración en la materia se manifiesta por la temperatura, o el calor. Mientras que el movimiento vibratorio de la energía lo hace en: luz, calor, magnetismo y electricidad.
Las ondas de energía vibratoria se transmiten a través del éter (sustancia etérea), que llena el espacio universal. Y es el que une la energía vibratoria de la materia y la energía vibratoria de la energía (o fuerza).
Los grados de vibración en intensidad y modo vienen determinados por la velocidad. Y dependiendo de la misma se perciben como: sonido, color, luz, electricidad y magnetismo.
Este principio se mantiene incluso en el cambio de estado de la materia: sólido, líquido y gaseoso.
¿Y tú cómo vibras?. Según lo expuesto, todo incluido tú, estás en constante movimiento vibratorio.
Tu cuerpo físico es materia densificada con propiedades electromagnéticas. Tu mente y tu espíritu son energía. Por lo que, a través del éter, se unifican los movimientos vibratorios de la materia (cuerpo físico) y de la energía (cuerpo mental y espiritual).
La vibración de tu cuerpo físico (materia) se manifiesta por la temperatura generada por el calor que emite. Por otro lado, todo lo que tu mente y tu espíritu procrean en forma de: pensamientos, emociones, razón, voluntad, deseo o cualquier otro estado mental, se muestran escoltadas por vibraciones, que en parte emanan al exterior, y se extienden afectando a los demás por inducción. Así funcionan los fenómenos como; la telepatía, la influencia mental y otros efectos de una mente sobre otra.
Cada pensamiento, emoción o estado mental tiene su correspondiente intensidad y modalidad vibratoria.
El principio de vibración, aplicado a los fenómenos mentales, te ayudan a polarizar tu mente en el grado que quieras. Obtendrás así un perfecto dominio y control sobre tus estados mentales.
«Tu energía es más elocuente que tus palabras. (La gente oye como vibras)». Karen Salmashon
PRACTICA
Observa tus pensamientos y sigue estos pasos:
- Coloca un nombre o etiqueta a los pensamientos recurrentes.
- Identifica con nombre las historias de esos pensamientos.
- Haz uso del humor.
- Imagina los pensamientos como hojas y que son arrastrados por la corriente de un río.
- Piensa en la mente como un tren, y coloca cada pensamiento en un vagón. Mira como el tren se pone en marcha y deja que se vayan.
«Todo está perpetuamente vibrando, lo que hay que conseguir es que esa vibración no sea disonante».
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