¿Estás en paz contigo mismo?. ¿Necesitas perdonar o ser perdonado?. ¿Quién es el culpable de tu dolor?.
El perdón es el acto que libera al culpable y te trae paz interior.
¿Te has preguntado alguna vez quién o qué se esconde detrás de la culpa?. ¿No será que la culpabilidad, esa habilidad que tenemos de culpar, bien a nosotros mismos o a los demás, viene condicionada por los juicios que emitimos desde el miedo?.
¿Quién es culpable de tu miedo?. Son tus juicios los que determinan la existencia de un culpable. Son tus sentencias las que te declaran como culpable a ti o a los demás.
¿Es tu propio miedo el que te convierte en juez?. Son tus planteamientos los que cuestionan los hechos, palabras y acciones de lo sucedido, y dictaminan el veredicto.
¿Cuál es tu miedo para actuar así?. ¿A no ser amado?. ¿A no ser aceptado?. ¿A no ser capaz?. Reconocer tu miedo es un primer paso que te acerca hacia el perdón.
El perdón es la herramienta que utiliza tu corazón para liberarte del miedo y conectar con el amor.
El miedo provoca odio, ira, rencor… Te separa de ti y de los otros. No se puede perdonar sino es desde el corazón. Este órgano es el que te conecta a ti contigo mismo y también con los demás. Te abre al amor.
¿Es posible perdonar a los demás sin haberte perdonado antes a ti mismo?. ¿Practicas el autoperdón?. Todo empieza en uno mismo. En hacerte responsable de tus pensamientos, tus sentimientos, tus palabras y tus acciones.
¡Autoperdónate!. Cambia el término culpabilidad por responsabilidad. La habilidad de responder con los conocimientos y aptitudes que tienes en ese momento ante esa circunstancia.
De esta forma dejas de proyectar tus miedos a los demás y asumes tu responsabilidad, convirtiéndote en tu propia autoridad. Te alejas de la culpa y los juicios. Te aceptas a ti como eres y a los demás como son. Descubres lo que te une a los otros, abriéndote a aprender y compartir.
Terminas dándote cuenta de que todo esta bien tal como está y aceptas la lección.
Una vez estás en paz contigo mismo, ya eres capaz de perdonar a los demás completamente sin condiciones. Has abierto tu corazón y confías en la vida.
¡Perdónate y perdona!. ¡Consigue tu paz interior!
PRACTICA
- Autoperdón
Piensa en algo de ti que no ames, aceptes o respetes. Observa qué miedo se esconde detrás: vergüenza, inseguridad, etc. Reconócelo y hazte responsable de ello. No lo juzgues, solo hazte consciente de que él ha sido el motivo que te ha alejado del amor hacia ti mismo hasta la fecha. Perdónalo y libéralo.
- Perdonar a otros
Piensa en la persona que quieres perdonar y a la que hasta ahora has culpabilizado por algo. Observa qué miedo te ha impulsado a juzgarlo así. Reconócelo y siente en tu corazón si necesitas que te pida perdón en persona o no.
Podría darse el caso, por ejemplo, de que hubiera fallecido, o hubierais perdido el contacto. O quizás que esta persona no se sienta culpable, porque no considera que haya podido herir tus sentimientos, o causarte dolor. Entonces escribe una carta diciéndole que le perdonas y quémala. Recuerda que es una necesidad tuya para encontrar tu paz interior.
El perdón es energía del amor y la energía se transforma.
- Que te perdonen
Conseguir que te perdonen, ya no depende de ti. Si tu ya has pedido perdón y no lo aceptan. Lo único que puedes hacer es desde la comprensión hacerte responsable de lo tuyo, y entender desde el amor que la otra persona todavía no está preparada para aceptarlo.
Cierra el capítulo por tu parte liberándolo, y permítele que lleve su proceso a su manera.
Deja una respuesta