Pasado, presente, futuro. Según estos términos, el tiempo sucede de forma lineal. Incluso nuestro lenguaje refleja estos tiempos para situar algo en un contexto. Sin embargo, vivimos eternos presentes que pasan desapercibidos, a pesar de que después pasan a formar parte de un pasado, o de un futuro.
Para poder hablar de algo en pasado, ha sido preciso que lo hayas vivido en un presente que ya finalizó anteriormente. Al igual que el presente forma parte de una proyección futura.
Entonces, ¿dónde realmente comienza y finaliza el tiempo?. ¿Existe como tal?. ¿O simplemente se desvanece unificándose los tres estados en otro concepto de tiempo diferente al que conocemos?.
PRACTICA
Relee nuevamente el texto anterior con plena conciencia. Después acomoda tu postura en la silla, con la espalda recta, los pies apoyados en el suelo y las manos descansando en tus muslos. Y cierra los ojos. Haz tres respiraciones profundas. Ahora medita sobre el concepto del tiempo durante unos minutos.
Para finalizar la meditación, comienza a mover los dedos de los pies y las manos, luego continua con el resto del cuerpo lentamente y finalmente abre los ojos. Si surge, permite el bostezo y estírate.
Este ejercicio te ayuda a integrar e interiorizar la información.
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