¿Sientes gratitud por tu vida?. ¿Es la palabra «gracias» importante para ti?. ¿Agradeces todo lo que te sucede?.
La ley de la gratitud hacia todo es una ley espiritual. Agradecer es abrir tu corazón, para conectar con la energía de aquello que agradeces.
Dar y recibir gratitud, es algo más profundo que un signo de buena educación. Es reconocer la atención de los demás hacia ti. Y a la inversa. Es encontrar lo bueno en cada situación.
Céntrate en agradecer y olvídate de pedir. Tus peticiones focalizan lo que te falta, haciendo que consigas más de lo mismo. Tu agradecimiento atrae aquello que agradeces. Solo necesitas saber la forma correcta de hacerlo.
Agradecer es crear eso que agradeces.
«Cultiva el hábito de agradecer cada cosa buena que llega a tu vida». Ralph Waldo Emerson.
¡Gracias por llenar mi pecho de amorosa gratitud!. Utiliza estas palabras. Añade la emoción que sientes al verlo ya hecho. Siéntelo de verdad, haciendo tu agradecimiento una realidad.
Cambia pedir por agradecer.
Ejemplo:
- Petición: «Pido recuperar mi salud» (siempre la estás recuperando).
- Agradecimiento: «¡Gracias por gozar de nuevo la más perfecta salud!» (atraes salud).
Cierra los ojos con la atención en tu corazón. Dí la frase de la petición. Observa cómo te sientes. Ahora la de agradecimiento. ¿Qué sucede?. ¿Con cual de ellas te has sentido mejor?.
Transforma tus peticiones en agradecimiento.
¡Agradece de corazón!. ¡Siente que llega todo a ti!
¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!
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