¿Qué es para ti un nuevo comienzo?. ¿Te asusta salir de tu zona de confort?. ¿Cómo gestionas lo desconocido?.
Sin nuevos retos, no hay crecimiento. Una vez que has cerrado un ciclo, comienza el siguiente te guste o no. La diferencia está, en si el que has dejado atrás ha sido voluntario o involuntario. Por ejemplo: en un cambio de trabajo. No es lo mismo, si lo decides tu, que si viene obligado por un despido que no esperabas.
La motivación no será la misma en ambos casos. Sin embargo, una actitud positiva te devolverá la ilusión para aceptar nuevas oportunidades.
El miedo y la inseguridad que te genera lo desconocido, no es motivo para negarte a descubrir un nuevo mundo de posibilidades. El resultado dependerá de cómo los gestiones. Si permites que estos te paralicen, no habrá avance. Por el contrario, si afrontas los retos a pesar de ellos, tendrás nuevas experiencias que serán la base de nuevos aprendizajes y evolución personal.
En un nuevo comienzo lo importante es dar el primer paso.
¡Ábrete a nuevos comienzos!
Ahora ha llegado el momento de comprobar si existen patrones que se repiten, o aspectos que modificar a la hora de afrontar tus futuros comienzos.
Coge papel y bolígrafo. Recuerda varios comienzos en tu vida (dos o tres): una actividad nueva, un curso, un nuevo trabajo, una relación…
Responde a estas preguntas con cada uno de ellos:
- ¿Quién lo motivo?. ¿Fue voluntario o involuntario?.
- ¿Qué emociones te generó antes, durante y después (si ya ha finalizado)?.
- ¿Cómo lo afrontaste?.
- ¿Qué aprendiste de esa experiencia?.
- ¿Qué te aportó a nivel personal?.
Repasa tus respuestas y compáralas. Hazte consciente de todo lo positivo y de aquello que necesitas mejorar, para facilitarte los próximos nuevos comienzos.
¡Ábrete a lo desconocido!
Deja una respuesta